La Universidad San Martín no ganaba en el estadio Monumental desde marzo del 2007, pero hoy con mucho sacrificio pudieron ‘romper’ esa negativa estadística al vencer 2-1 a Universitario, que se había adelantado en el marcador con gol de Álvaro Ampuero.
En la primera etapa, la U se mostró agresiva y llegó con mayor peligrosidad al arco de Leao Butrón, y en un disparo de larga distancia del volante Álvaro Ampuero se abriría el marcador a los 31 minutos, así se irían al descanso.
En el complemento, a los 78 minutos apareció el central Christian Ramos para desviar una pelota tras un centro de Cueva y poner el empate. Luego de esto la U salió con todo para lograr la victoria y se descuidó atrás, algo que pagaría caro.
A los 89 minutos tras otro centro de “Cuevita”, Ramos apareció como una “sombra” en el área para cabecear y poner el 2 a 1 que a la postre sería definitivo.
En los minutos de descuento Miguel Ximénez se fue expulsado por una brutal patada a Cueva y se fue expulsado junto con Luis Perea quien empujó al delantero. Por su parte el golero Leao Butrón escupió a Ximénez en un acto bochornoso. Luego de esto se armaría un conato de bronca y el árbitro Buckley terminó el encuentro.
Fuente Libero.pe
En la primera etapa, la U se mostró agresiva y llegó con mayor peligrosidad al arco de Leao Butrón, y en un disparo de larga distancia del volante Álvaro Ampuero se abriría el marcador a los 31 minutos, así se irían al descanso.
En el complemento, a los 78 minutos apareció el central Christian Ramos para desviar una pelota tras un centro de Cueva y poner el empate. Luego de esto la U salió con todo para lograr la victoria y se descuidó atrás, algo que pagaría caro.
A los 89 minutos tras otro centro de “Cuevita”, Ramos apareció como una “sombra” en el área para cabecear y poner el 2 a 1 que a la postre sería definitivo.
En los minutos de descuento Miguel Ximénez se fue expulsado por una brutal patada a Cueva y se fue expulsado junto con Luis Perea quien empujó al delantero. Por su parte el golero Leao Butrón escupió a Ximénez en un acto bochornoso. Luego de esto se armaría un conato de bronca y el árbitro Buckley terminó el encuentro.
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