Gianluca Lapadula mantiene un rendimiento ascendente y lidera al Pescara rumbo al soñado ascenso a la Serie A. Producto de ello, sus bonos suben y a sus 26 años va cobrando notoriedad en el mercado europeo. Su futuro es relacionado con el poderoso Juventus, reciente campeón y equipo del que es fanático declarado. Hoy, el italo-peruano vale 8 millones de euros y su nombre ha llegado a ser relacionado hasta con el Barcelona de España. Panorama inmejorable para cumplir su máximo sueño: ser llamado a la selección de Italia para disputar la Eurocopa 2016. ¿Y la selección peruana? No parece tener sitio en su agenda.
Gianluca Lapadula tiene unos números extraordinarios para reventar como figura goleadora en Europa pese a que proviene de la Serie B. Su regularidad y el corte estético de sus goles, casi siempre acompañados de acrobacias que ilusionan, lo hace un jugador "vendedor" para cualquier mercado.Gianluca Lapadula cobró notoriedad en el Perú cuando se supo de su origen y de la posibilidad de poder ser utilizado para la selección peruana.
Gianluca Lapadula fue entonces el objetivo principal de una gira de casi un mes que emprendió el técnico de la selección peruana, Ricardo Gareca, con el objetivo de proponerle defender la blanquirroja. La espera para una respuesta generó expectativa e ilusión a los miles de peruanos y a la prensa deportiva. Sin embargo, desde ya se conocía el calendario del Pescara y el conflicto con el calendario de la selección peruana en la Copa América Centenario. Era pues, necesario entender que en algún punto Gianluca Lapadula debía elegir entre alcanzar la gloria con el Pescara o probar suerte con la selección peruana.
Peor aún, la selección peruana no es una vitrina para nadie. Menos para un futbolista que busca consolidarse en Europa. Gianluca Lapadula debió evaluar el difícil momento por el que pasa la selección peruana: cuatro derrotas, un empate y apenas una victoria que la colocan en los últimos lugares de las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018. Es decir, Gianluca Lapadulaentendió que jugar por Perú no significaba tener la posibilidad de clasificar a un Mundial y jugarlo; sino más bien un riesgo en el que podría devaluarse su figura. Sin algún factor sentimental que lo una a la selección peruana, es natural que elija a partir de los beneficios y la blanquirroja, ahora, no está en condición de beneficiar a ningún jugador. Al contrario, está para el sacrificio
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